miércoles, 4 de noviembre de 2009

Historias cotidianas (23 de octubre del 2009)

En el jardín rodeado de un seto alto estaba la caseta del perro. Era una de aquellas típicas casetas con techo de dos aguas rojo y paredes blancas, formaba parte del jardín al igual que los setos, los rosales y los ridículos gnomos que decoraban el espacio. Atado a su cadena permanecía aquel gran danés, era demasiado grande para aquella caseta, pero importaba poco ya que una más grande desluciría el conjunto. De hecho más de una vez habían pensado que aquel enorme gran danés también deslucía, tal vez quedaría mejor un bóxer francés o un pastor belga. Aquella gran bestia que de cachorro había hecho las delicias de todos, ahora era menos importante que la caseta que habitaba. Ajeno a todo el permanecía vigilante sobre el césped…

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