viernes, 31 de julio de 2009

Historias Cotidianas

Se sentía demasiado mayor para cualquier tipo de aventura, ya habían pasado demasiados años desde la última vez que se sintió un espíritu libre. No sabía como podía adaptarse a aquella nueva sensación de cazador cazado, ya hacía años que no se atrevía a entrar en el juego del amor. Por ello le había sorprendido cuando después de una clase le había asaltado en un pasillo, todos los hombres sienten esa necesidad de flirteo, sentirse en juego de vez en cuando. Pero que tan abiertamente se hubiese pasado del flirteo a la pura insinuación. Era agradable verse agasajado por una joven ninfa, saber que su atractivo no se había derretido debajo de sus arrugas. Con ello le era suficiente, ir mas allá le suponía algo demasiado ingobernable en su mundo planificado. El espíritu de pigmalion era una sombra apenas visible sobre su vida…

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