Historias Cotidianas (9 de Julio del 2009)

Desde el atril apenas era capaz de ver las filas de en medio del auditorio, solamente tenia una visión mas o menos directa de las primeras filas. Enardecidos miembros del partido que con sus voces y cantos jaleaban las partes centrales de su discurso. A pesar de lo era consciente de que algo no iba bien, había carreras entre bambalinas entre sus asesores y el director de campaña. Este último permanecia con un rictus muy serio y con los brazos cruzados sobre su orondo pecho. Algo no funcionaba, no había clamor entre el resto de invitados, los que realmente le podían hacer ganar unas elecciones. Hacia semanas que su llama se había apagado y sus enardecidos discursos quedaban únicamente en fuegos de artificio que apenas conseguían contactar con las grandes bolsas de votantes. Era un cadáver político y lo sabia, cada vez iba mas a la desesperada y los focos le atravesaban como si fueran rayos láser. Continuaba con su discurso pero se ahogaba entre las palabras, bebió un sorbo de agua y cuando se volvió para encontrar el apoyo de su asesor este ya no estaba en su lugar...