domingo, 26 de julio de 2009

Historias Cotidianas (17 de Julio del 2009)

Durante la época de lluvias apenas podían salir a la calle, el callejón en el que vivian se transformaba en un barrizal por el que bajaban las aguas como si de un torrente se tratara. En ocasiones llegaban a inundarse algunas casas del barrio y principalmente la escuela, lo cual era motivo de alegría para todos los niños. Como el tiempo era tan inestable y las lluvias tan difíciles de predecir, los niños estaban acostumbrados a ocupar espacio en casas ajenas, si en pleno juego descargaba una de las atronadoras tormentas. Las madres en si eran madres de todos los niños del barrio, y así eran llamados por todos. Ninguna era la Sra. de tal o la Sra. de cual. Todas ellas eran mamas para todo el barrio, de esa manera el único paso adelante era el de convertirse en abuelas y ellas al igual protegían a la inmensa prole de hijos propios y ajenos. La comunidad se había acostumbrado a ello e incluso alguna de aquellas madres se preparaba para dar clases en su propia casa si el tiempo se volvía gris y tenebroso…

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