Historias Cotidianas (22 de Julio del 2009)

Temblaban de terror cuando llegaba a altas horas de la madrugada, aquel horario no era buena señal para ninguno de los habitantes de aquella casa. Él era el hermano mayor de tres y compartía dormitorio con sus dos hermanos más pequeños, ellos siendo más débiles siempre se protegían detrás de él. Pero aun así en aquellas noches, él temblaba como una hoja al igual que sus hermanitos y que su propia madre. Lo mejor y ya se lo había dicho más de una vez era permanecer acostados y tapados hasta más arriba de las orejas, aunque la noche fuese de lo más calurosa. Nadie debía interponerse en su camino, ya que esto era facilitarle el trabajo. En ocasiones había llegado a entrar en el cuarto en busca de alguno de ellos, pero normalmente siempre intercedía su madre que recibía el castigo de aquella noche. Luego normalmente sabía que él tenía que hacer los desayunos ya que su madre tardaba un par de días en levantarse de la cama. En la noche había tormenta y eso ayudo aun más a que sus hermanos pequeños se colasen en su cama…