Historias Cotidianas (1 de Julio del 2009)

Se había quedado completamente solo, ya nadie le prestaba sus oídos para escuchar sus mentiras. Ya nadie quería saber nada acerca de su existencia y el seguía soñando con las historias que no dejaba de imaginar. No lo podía evitar, le había dicho a su mejor amigo, aquellas historias surgían de su mente y él solamente las canalizaba hacía el exterior. Había querido contarle que aquellas mentiras ayudaban a hacerle la vida mas soportable y que nada era algo pensado para mancillar a nadie. Pero todos le habían respondido lo mismo, todos le habían insultado y dejado de lado. Incluso hubo quien le aconsejo un ingreso en un centro psiquiatrico. Se había quedado completamente solo y todo por aquellas pequeñas mentiras que no podía controlar. A nadie le podía hacer daño aquello pensaba, pero todos ellos se habían sentido heridos. No había recorrido el mundo, ni tenía un coche nuevo, ni una casa lujosa, no había nada extraordinario en su vida, pero él lo había añadido a su vida como unas hermosas guirnaldas que la pudiesen embellecer...