Descansaba debajo de un manto de rosas rojas. Ya no tenia frío ni calor, solamente descansaba y por fin se daba cuenta de cuanto le hacia falta. Desde otra perspectiva podía verlo todo, podía ver como la gente lloraba la muerte de su rey y el lloraba por no poder dar las gracias. Descansaba bajo el peso de todo aquello que él jamas había dicho o hecho, pero que siempre se le atribuyo. Ahora todos le echaban de menos, pero hacia poco nadie se acordaba de él y eso le había dolido mas que ninguna cosa. Su mayor regalo fue para el mundo y el mundo solamente le devolvió su ira. Pero ahora descansaba, con la mente fresca de nuevo empezó a tararear y sus pies desearon moverse, tal vez seria algo nuevo...
(En memoria de Michael Jackson)
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