viernes, 13 de febrero de 2009

Historias cotidianas

Nadie se dio cuenta, ni siquiera el mismo. Todo ocurrió de una manera súbita, como la llegada de la primavera después del largo invierno. Todo fue como una tormenta en esa primavera acabada de llegar. Sono un click, un sonido metalico, el ligero chasquido de un mecanismo que deja de funcionar y produce el error en el resto de la maquinaria. El nunca llego a oir ese sonido, pero en su interior el eco fue enorme, tan grande que temblaron toda las paredes interiores de su cerebro. Ese ligero sonido imperceptible y casi mudo empezó a resquebrajar sus sentimientos y su corazón, algo que no era capaz de discernir le había empezado a hundir en pozo mas profundo…

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