lunes, 9 de febrero de 2009

Historias cotidianas

La oscuridad lo invadía todo alrededor de la casa y entraba por las ventanas como una masa viscosa. Aquella oscuridad era el nido de aquellas criaturas de las que solamente les protegían aquellas gruesas paredes. Nadie salía hasta que el sol había encontrado su crisol, todos huían de las sombras y los rincones oscuros, ya nadie castigaba a los niños al cuarto oscuro por miedo a que jamás regresaran de aquellas estancias. En todos los lugares permanecían encendidas las velas, a todas horas y en todo momento. En noches como aquella que Vivian todos se reunían alrededor de una buena hoguera y explicaban historias de cuando las criaturas de la oscuridad permanecían arrinconadas por el ser humano…

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