miércoles, 21 de enero de 2009

Historias cotidianas

Entre las muchas cosas que siempre llenaban su mesita de noche, siempre había más de un libro, siempre diferentes recursos para hacer volar la imaginación. De hecho le gustaban mas los libro que las personas, muchos eran los días de su vida que esperaba ansioso el momento de la noche en el que escogía al azar entre uno de sus libros ya iniciados y se zambullía en cualquier universo que siempre sería mejor que el suyo propio. Cuando al finalizar su lectura se veía inmerso en un sueño dulce en el que el mismo era el protagonista de historias nuevas…

No hay comentarios: