viernes, 16 de enero de 2009

Historias cotidianas

Anselmo había vivido más de tres vidas, tal vez hasta cuatro, había vivido demasiado para lo que podía estar preparado. Había vivido tantas cosas en tan poco tiempo, no le había hecho falta morir para replicar su historia, le ha bastado con vivir cuarenta años. En aquel tiempo se había hecho tantas heridas que apenas tenía capacidad para curarlas, las cicatrices que le había dejado el tiempo eran como un mapa secreto de una vida vivida con tanta intensidad que podía cobijar varias dentro una sola…

No hay comentarios: