martes, 6 de enero de 2009

Historias cotidianas

Cuando levanto la mirada y se vio encañonado por aquella pistola cerro inmediatamente los ojos, no quería ser consciente de aquella situación, solamente deseaba como dice la gente que empezara a pasar su vida frente a sí, pero nada de aquello ocurría, no encontró ningún consuelo y escuchaba la respiración acelerada de aquel que lo encañonaba. Volvió ha abrir los ojos y se encontró cara a cara con aquella mirada fija que era el oscuro cañón de aquella pistola…

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