viernes, 20 de marzo de 2009

Historias cotidianas (19 de Marzo del 2009)

Tiempo atrás había sido la casa de vacaciones de su familia. No era ostentosa ni especialmente espectacular. Era una pequeña cabaña de pastores que con los años su bisabuelo y luego su abuelo habían ido reformando, hasta convertirla en una más que confortable casita de montaña, sin lujos excesivos y con las comodidades necesarias. Era una lugar en que sentirse protegido e integrado en aquel precioso y salvaje paraje. Recordaba siempre con cariño la cocina, tenía un gran ventanal abierto sobre el valle y que permitía en una noche clara ver las luces de la pequeña capital de provincias que regia aquella comarca. Cuando la visitaba no podía olvidar aquel rincón y más de una de sus noches transcurría en vela en la oscuridad del valle…

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