viernes, 20 de marzo de 2009

Historias cotidianas (18 de Marzo del 2009)

La lluvia caía tras los cristales y el no podía dejar de mirar los charcos que se formaban en la acera a cada instante. Miraba en concreto un charco grande que se formaba en medio de la calzada, cuando un gato negro cruzo corriendo de la a lado de la calle, patinando entre todos los diferentes charcos que antes tanto habían llamado su atención. Cuando llego al otro lado se paro debajo de un balcón, resguardándose de la lluvia, lamiéndose y relamiéndose intentando tal vez absorber parte del agua, intentando acabar el trabajo de limpieza que el agua no hubiese podido acabar. Arrecio la lluvia, unas grandes gotas empezaron a caer y el viento azotándolas las empujaba contra el cristal que le resguardaba de la tormento. Un relámpago cruzo el cielo iluminándolo como un castillo de fuegos artificiales…

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