martes, 29 de diciembre de 2009

Historias cotidianas (20 de diciembre del 2009)

Durante la noche apenas había dormido, había sufrido algunas inquietantes pesadillas que no le habían permitido descansar. Al levantarse tenía el cuello contracturado y un horrible dolor de espalda, sentía que el cuerpo le pesaba veinte kilos más y hasta que no visito el baño no fue consciente de la transformación que había sufrido durante la vigilia. Al mirarse al espejo del baño vio que en su espalda algo había crecido durante su sueño y que en aquellos momentos de sus omoplatos surgían dos enormes alas de pluma parda. Pensó que aquello no era fruto más que de un sueño del que en cualquier momento se despertaría, pero en el momento en que sin ningún acto por su parte, las alas se desplegaron majestuosas en su pequeño cuarto de baño tirando al suelo la estantería empezó a creer que aquello realmente estaba aconteciendo. El estruendo de todos los objetos caídos al suelo despertaron a su mujer que entre sueños se dirigió al baño llamándole repetidas veces, al abrir la puerta del baño las plumas de la punta del ala izquierda le rozaron la nariz, ella no pudo reprimir un grito de horror…

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