jueves, 15 de octubre de 2009

Historias cotidianas (3 de octubre del 2009)

Para ir de segunda a tercera base solamente necesitaría un hit de una base, con un hit de dos bases era probable llegar a apuntar la carrera. La gente expectante hacia girara sus pañuelos blancos sobre la cabeza, parecía que una locura colectiva los invadía, estaba cerca de celebrar la victoria y eso en aquella ciudad no era muy común. El entrenador de segunda base lo intentaba refrenar, pero el solamente tenía en mente correr lo más rápido posible mirando al entrenador de tercera base. El pitcher lo miraba por encima del hombro intentando provocar su eliminación. Los nervios de todos estaban a flor de piel. El lanzamiento con curva salió de las manos del pitcher cuando empezó a correr…

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