jueves, 15 de octubre de 2009

Historias cotidianas (2 de octubre del 2009)

A veces se le partía el alma cada mañana cuando ella al levantarse de la cama dejaba aquel espacio frio en su lado de la cama. Luego le quedaban aquellas horas en que restaba en la cama, sintiendo celos del aire que la acompañaba y la abrazaba durante la totalidad del día, sentía envidia de todo aquello que la rodease. Le acosaban pensamientos acerca de ella, de que haría o quien hablaría. Sentía la necesidad de que para ella todo fuera él, mientras la esperaba cada día para ver si sus ojos todavía la amaban…

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