viernes, 4 de septiembre de 2009

Historias Cotidianas (27 de Agosto del 2009)

Mientras se agrupaban en la calle al grito de libertad, la mayoría de la gente huía de esas mismas calles buscando cobijo bajo cualquier espacio que estuviese dispuesto a proporcionárselo. Solamente aquella pequeña representación de gente quedaba sobre el asfalto, portando sus pancartas y sus banderas, casi mas pancartas que personas. Mientras aquellos a los que en teoría venían a dar libertad los miraban con ojos vacios, por miedo a que ellos pudiesen ver la repulsión en sus gestos. La policía tomaba posiciones frente a ellos, tal vez tan asustados como la mayoría, pero obligados a cumplir con su deber, amenazados e intimidados por los libertarios. Entre los que se guardaban entre los soportales, un niño le pregunto a su padre porque le tenían miedo a aquellos que alzaban el puño en busca de libertad, su padre lo miro con ternura y le suplico silencio. El silencio impuesto por la libertad…

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