Historias Cotidianas (22 de Mayo del 2009)

Mientras miraban hacia el cielo atónitos el tiempo parecía detenerse. Hacia horas que los pajaros habían huido en busca de algún lugar seguro, al igual que perros, gatos y otros animales domésticos habían escapado ante la desaparición de sus amos. Ni la correa mas fuerte ni la cadena mas gruesa los había podido retener. Aquello había sido el primer síntoma de lo que estaba sucediendo y ante la desaparición de los amos de todas aquellas bestias nadie podía haber evitado la jauría. Luego había venido aquel silencio tan incomodo, como si la tierra entera se hubiera bajado el volumen al máximo, el viento había dado una tregua global y el cielo estaba extrañamente azul en todas las latitudes. Los científicos sorprendidos no encontraban la razón a todos aquellos fenómenos hasta que los radares empezaron a localizar en varios puntos de toda la tierra aquellas señales de que algo venia de visita y que venia desde bastante lejos. No hubo advertencias las naves llegaron a tal velocidad que no llegaron a saltar las alarmas. Todos miraban atónitos pensando que aquello ya lo habían vivido en sus sueños mas siniestros...