Historias Cotidianas

A través de la ventana se podía ver la provincia entera y con aquella visión parcial del mundo, la princesa encerrada desde su infancia en aquella alta torre se deleitaba. Estaba destinada a gobernar todo aquel territorio que sus ojos veían cada día, pero jamas lo había pisado. El rey asustado por la belleza de su hija la había reservado de las miradas curiosas de aquellos que la pudiesen desear. Era conocida la guerra que se había desarrollado en aquellos pagos cuando el ahora rey quiso tomar por esposa a la princesa de aquel territorio lejano. Por ese motivo y para evitar que la maldición que el cumplió se cumpliese de nuevo con él, la princesa vivía escondida. Para ella el castigo no era tal ya que toda su vida se había desarrollado en el interior de aquellos muros y nada había que pudiese desear, ya que nada fuera de allí conocía...