martes, 2 de junio de 2009

Historias Cotidianas (27 de Mayo del 2009)

Un hombre vendió a su mujer por un sombrero y aunque el mundo estuviese en llamas nadie parecía darse cuenta. Un sombrero de ala ancha que lo protegía de un sol cubierto de humo. Las suplicas de su mujer no fueron demasiado altas aunque hubiese preferido ser canjeada por un vistoso pañuelo de seda lleno de colores brillantes o por un violín stradivarius capaz de reproducir el sonido de sus sollozos. Al hombre los sombreros no le quedaban bien, era pequeño y grueso, a ella le semejaba a una seta gigante como la casa de un pitufo. Pero ella permaneció ajena a todo, observando el cielo lleno de pájaros de fuego que teñían el cielo de color rosa...

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