jueves, 11 de junio de 2009

Historias Cotidianas (8 de Junio del 2009)

Caía la chicharra cada vez más fuerte y el oxigeno apenas entraba en los pulmones. Todavía les quedaba el ultimo puerto y el cansacio le consumía el cuerpo. Sentía el ácido láctico como si fuera veneno a través de sus músculos. Su trabajo ya estaba hecho y su único objetivo era llegar a meta, el día siguiente le volvería a tocar trabajar y la gloria era algo tan lejano como la meta en aquellos momentos. Acostumbraba a juntarse con los percherones del llano en la grupeta de cola, allí el ambiente era solidario hasta el sufrimiento era material a compartir. Siempre había manos amables para ellos que daban el empujón a veces necesario...

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