Historias Cotidianas (1 de Junio del 2009)

La tristeza era una de las características mas marcadas en cualquier vampiro. Tal vez por ello los humanos sentían aquella extraña atracción hacia ellos. Aquel halo de romanticismo un tanto casposo que los rodeaba. Siempre les gobernaba aquel estado, aquella melancolía extraña. Ella odiaba estas cosas, eran unos estereotipos demasiado marcados que la aburrían. Desde que había sido transformada ya habían pasado demasiadas noches y la verdad encontraba aquella vida de los mas aburrido. Estuvo buscando durante largo tiempo alguien que la transformase solamente por la atracción que ella misma había sentido siendo humana. Ahora toda la realidad que se habría ante ella era de lo mas soporífera. Era un ser solitario que apenas podía encontrar paz en ningún lugar del mundo, perseguida constantemente por las supersticiones de los pueblerinos y por una sed que nada podía apagar. La tristeza era cierto que los gobernaba, pero seguramente porque era la manera de recordarles que jamas volverían a ser humanos...