Historias Cotidianas (13 de Junio del 2009)

Odio los helados de vainilla, los odio con todas mis fuerzas. En cambio adoro los helados de chocolate, pero no cualquiera me vale. me gustan los que hace aquel señor mayor tan simpático que tiene el quiosco en la esquina del parque. Aquellos helados son especiales y el de chocolate es el mas gustoso del mundo. Siempre intento arrastrar a mi hermana mayor hasta allí para conseguir que me compre uno. Ella en cambio siempre me lleva en la dirección contraria, a la cafetería que hay frente al muelle donde trabaja aquel chico estúpido que siempre le sonríe y le hace preguntas estúpidas. Con mis escasos cuatro años no puedo hacer demasiado, ella es inalterable a mis sollozos y perretas, creo que le gusta tanto ese chico que si algún día me opusiese en exceso a sus deseos me acabaría lanzando al mar. Por esa dictadura de la hermana mayor me veo obligado a comer esos asquerosos helados de vainilla a los que él me invita. Supongo que cuando sea mayor haré lo que desee, mientras...