Historias Cotidianas

Mi padre me había enseñado a leer las señales del tiempo en el cielo. Desde que era crio había querido que fuese una persona de bien y por ello me dedico todo el tiempo posible, la educación formal e informal me vino de su mano. Entregábamos tardes enteras al arte de observar las nubes sobre el cielo, le dábamos nombre a cada una de ella y realmente creía que mi padre era un mago responsable de que las nubes adoptasen aquellas juguetonas formas. Cuando fui creciendo me enseño a interpretar las diferentes señales del viento, saber cuál era el camino que debía tomar en diferentes condiciones. Saber cual sería el tiempo que me esperaba en el camino. Donde y de que alimentarme cuando mi zurrón estuviese vacio. Ver en los ojos de la gente el fondo real de las personas. Nunca supe si en realidad mi padre era mago o no, solamente que fue la persona que me hizo ser mejor…