Historias Cotidianas (17 de Abril del 2009)

Durante el día apenas entraba el sol en aquella portería. Era fría en invierno y en verano. Vaya trabajo. Había compañeros trabajando en lujosas recepciones de hoteles recibiendo esplendidas propinas. Otros en edificios de apartamentos para ejecutivos, con calefacción en invierno y aire acondicionado en verano. Y él, el allí tirado en aquella miserable portería, limpiando los restos de los viejos roñosos que allí Vivian. Había llegado a soñar con torturar a alguno de sus asquerosos y diminutos perros ante los ojos de sus amos. Había soñado con formar una pira mortuoria a base de periódicos gratuitos para quemar a aquellos viejos sarnosos encima. Había soñado…