jueves, 21 de mayo de 2009

Historias Cotidianas (17 de Mayo del 2009)

Fue su abuela la que ordeno encargar aquella enorme mansión en medio de la campiña. Su abuelo había hecho fortuna con los campos de té de Ceilán y ella, su abuela, había querido desquitarse de su infancia entre criados y doncellas, construyendo una mansión que fuese la envidia de los señores que siempre habían despreciado a los de su condición social. Era una venganza personal para la que nunca quiso tener ningún reparo a la hora de gastar. Trajo a un arquitecto italiano, recomendado por el embajador británico en Roma. A parte le encargo los más fastuosos jardines que fuese capaz de imaginar. No puso trabas a la imaginación que pudiese utilizar. De ellos una vez finalizados fue de lo que más orgullosa estuvo, esperaba siempre los buenos días de primavera para pasear por ellos. Realmente fueron su obra mas magnifica, tanto fue así que con el paso de los años y a la muerte de su abuela, al quedar todo abandonado por el desinterés de sus padres por aquella vida campestre, la vegetación fue poco a poco devorando el espacio destinado a vivienda, dando la sensación que todo aquel lugar fue creado para que la naturaleza demostrase su imparable fortaleza...

No hay comentarios: