Historias Cotidianas (16 de Mayo del 2009)

Desde que bajo del tren empezó a entender el porque de la leyenda alrededor del lejano oeste. Sobre todo empezó a entender porque era lejano, llevaba mas de tres días de viaje desde que salio de Saint Louis, y había recorrió mas de la mitad del país para llegar a aquella remota estación. En los lejanos salones de Boston, la burguesía decía que aquel era el nuevo El Dorado y que alrededor de los territorios habitados por los indígenas crecería un país lleno de riquezas y de poder, alejado de la pestilente decadencia de los viejos palacios de Londres, Madrid o París. Por ello él había arriesgado parte de su fortuna en inversiones en el oeste americano, por ello había llegado a aquel lugar lleno de polvo y pendencieros pistoleros a la búsqueda de una oportunidad por vías diferentes a las suyas. Lo que sus ojos veían poco o nada tenia que ver con las promesas dejadas en el aire, las carretas llenas de vidas enteras, las casas de madera, los perros hambrientos paseando buscando algún alimento. Aquella era una promesa mas bien desalentadora por lo que podía ver y sus habitos de salón de té aún encajaban menos...