martes, 25 de agosto de 2009

Historias Cotidianas (7 de Agosto del 2009)

Siempre había la siguiente marea, siempre volvía a embarcar. Le había prometido a su mujer dejarlo pronto, le había ofrecido trabajo en tierra, un buen trabajo, que si bien no le reportaría los mismos ingresos, si les permitiría vivir y ante todo vivir juntos. Pero aquel que nunca ha navegado destino a terranova no sabe del canto de sus sirenas. Aquellas sirenas que le hacían acudir a todas las llamadas de su patrón para una marea más. Apenas conocía los países donde atracaban, apenas conocía algo mas allá de los puertos, apenas hacia otra cosa durante los seis meses de la marea que trabajar a bordo. Pero aquella era su vida desde pequeño, desde que paseaba de la mano de su madre por el puerto de pasajes a la espera de la llegada de su padre. Su madre apretaba siempre su mano con fuerza hasta que el barco de su padre no atracaba. A veces en alta mar pensaba que cuando el llegase a quien le apretaría la mano su esposa…

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