martes, 25 de agosto de 2009

Historias Cotidianas (3 de Agosto del 2009)

Entre la multitud no se podía distinguir claramente ningún rostro, pero seguía buscando ansiosamente. Nadie se atrevería a decir que en aquellas mismas calles se podría encontrar con alguien familiar, pero intuía que ella se encontraba allí. Le asaltaba aquel presentimiento desde que bajo del tren, en medio de un andén repleto de gente que retornaba de sus trabajos sabia que la encontraría. A veces le asaltaban aquel tipo de sentimientos, que le confundían pero no podía resistirse a ellos. No le importaba hacia dónde dirigirse entre la masa de gente, se dejaba llevar entre ella como un barco llevado a la deriva, la encontraría de aquella manera o no la volvería a ver jamás…

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