sábado, 24 de diciembre de 2011

El futuro del PSOE

El debate de ideas suscitado en las filas del PSOE hasta cierto punto es lógico. Hay un defecto muy humano, permanecer ciegos a nuestros a nuestros errores mientras alguien no nos hace verlos con la perspectiva adecuada. Este defecto es tan humano que nos afecta a todos y el PSOE por ser una asociación tan grande de personas, no debe ser inmune ante este tipo de defectos. En este caso el baño de realidad que les ha supuesto la estruendosa derrota en las urnas el 20N parece haber abierto los ojos a esa misma realidad a los miembros del PSOE.


Aquí después de esta introducción obvia es donde quiero empezar a profundizar. Si bien la derrota del PSOE es dolorosa, era una opción más que previsible, dadas las encuestas, la falta de contacto entre el pueblo español y el partido socialista, esta derrota era más que previsible, y de hecho estaba perfectamente preparada por la cúpula del PSOE. Los movimientos pre-electorales eligiendo un candidato de la vieja guardia (Rubalcaba), la practica autoinmolación publica de ZP, el regreso a ideales de 1982 y apartar de todo este frente de combate a los Madina, Carme Chacón, Pajín, López-Aguilar, Tomas Gómez que aunque presentes en campaña han desarrollado un rol más bien secundario; todos estos movimientos invitaban a una preparación para una derrota y a un escenario post-electoral en que el debate de ideas , las caras nuevas y la toma de decisiones dolorosas internas dominaran la realidad. Todo esto no debía tener otro objetivo que ofrecer una cara fuerte frente a una derrota dura, una transición del zapterismo bien realizada, una gestión interna de los errores cometidos en tiempos de gobierno y una nueva imagen.

Todo este proceso que se está desarrollando ahora, está amparado y creado por ZP, ideólogo de un socialismo triunfante en su día y que aunque se le esté dando una salida por la puerta de atrás, ha sido un ejemplo de gestión dentro del PSOE. No debemos olvidar como ya decía en alguna entrada anterior de este blog, la decepción que ha traído a la gente de izquierdas los últimos años de gestión socialistas, no por las propias decisiones, marcadas por la crisis y dictadas por la UE, sino por el alejamiento progresivo de la realidad que en los últimos tiempos han sido sonrojantes. ZP como un Faraón en declive se ha encerrado en sí mismo y lo único que ha traído de bueno ha sido la reflexión interna acerca del que vendrá después y de cómo se debería realizar.

Viendo y leyendo los últimos días algunas propuestas de las nuevas/viejas caras del PSOE creo que la gestión de la crisis de identidad y de poder dentro del partido, está tomando los cauces adecuados. Obviamente hay y habrá críticas interesadas por parte de la derecha hacia todo este proceso, pero dada la falta de pluralidad, el discurso llano y repetitivo de la derecha, esta es su opción más lógica. Creo que sin que llegue la sangre al rio, dentro del PSOE se debe hacer una reflexión profunda acerca de la muerte por éxito de la última gran propuesta del socialismo, el zapaterismo. Creo que debería sentarse en principio unas bases solidas, a través de una organización mas ágil y dinámica, de un acercamiento a la calle, de dar una vuelta a unas ideas que a día de hoy son dispersas e inconexas. Tal vez lo menos importante sean los nombres, aunque lo normal es que la figura que salga del congreso tenga que ser una figura fuerte, pero lo más importante es todo aquello que lo rodee. Del congreso debe salir un Secretario General que tome un camino firme, un rumbo que no pueda ser cambiado en las próximas elecciones por otra derrota electoral.

El PSOE debe acometer un cambio de estructuras, debe vivir en un presente en el que la calle pide de la izquierda de este país una implicación mayor en el día a día de los ciudadanos. Debe dejar en el pasado a los Felipe González, Alfonso Guerra, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, darles el lugar que se merecen en la historia del partido y dejarlos en ese lugar histórico para acometer un salto hacia delante. Dar nuevas identidad al partido, llenar sus congresos de caras nuevas que no vayan a aplaudir o a vender sus apoyos, deben elegir una nueva generación de líderes, una generación que se pueda foguear en estos tiempos difíciles, para acometer el futuro desde un punto de vista adecuado. El PSOE debe dejar atrás su gloria y reconocer la derrota de su proyecto actual, el PSOE debe buscar en un espejo el reflejo de la imagen que desea tener en su futuro y dotarla de las armas necesarias para ello.

“Mucho PSOE por hacer” es un buen manifiesto de intenciones, tal vez lastrado por verse demasiado descaradamente las intenciones que oculta detrás, el posicionamiento de Carme Chacón como candidata a la Secretaria General. Estas son las cosas que pueden poner en la picota a los futuros candidatos, esa intención de no querer mostrar sin la seguridad de una victoria. Carme Chacón seguramente es lo mejor que le puede pasar al PSOE, pero para ello debe empezar a mostrar sus cartas de forma abierta. Si algo le ha hecho daño al socialismo en los últimos años, han sido las intrigas que han rodeado a toda decisión de peso que se había de acometer. El discurso sucesorio no es solamente cosa del los miembros del PSOE con derecho a voto en el congreso, la sucesión es algo importante para todos aquellos que ideológicamente somos de izquierda, desde miembros del partido a ciudadanos de calle. Si algo deben aprender los políticos, y más los de izquierdas, es que los modelos de partido cerrado tienen sus días contados. El PSOE debe abrir las puertas y permitir que se ventilen sus espacios internos, para que los fantasmas del pasado se vayan y que las propuestas nuevas invadan su espacio intelectual.

Los nombres están ahí Eduardo Madina, Carme Chacón, Tomas Gómez, son buenos candidatos y aunque unas líneas más arriba me haya postulado claramente por Carme Chacón, debo decir que cualquiera de los otros dos nombres es válido. De estos nombres y de alguno más que tal vez surja, debería salir la futura dirección del PSOE. Esta sangre joven, gane o pierda debe integrarse dentro una dirección fuerte, las diferentes corrientes del PSOE son las que enriquecerán el discurso futuro y darán una pluralidad, que debe ser bandera en el futuro del socialismo. No deben salir del congreso vencedores y vencidos, sino unidad y compromiso.

Por último me gustaría reflexionar un poco acerca de la línea que se debe marcar ideológicamente el partido socialista en su futuro. Creo que el PSOE debe volver a sus planteamientos de izquierda, buscar acercamientos a otras fuerzas de izquierda del territorio nacional, así como fuerzas claramente emergentes del espectro ecologista. Debe buscar el replanteamiento del escenario político y constitucional. Debe mostrar un carácter luchador dentro de un escenario difícil. Debe reemprender propuestas de izquierdas que coartadas por la situación económica no han sido viables. Debe escuchar la voz de los ciudadanos de todo espectro social e ideológico para enriquecerse. En pocas palabras el PSOE debe ser consciente de su decadencia y saber girar la situación sobre unas bases completamente nuevas, reinventándose desde dentro.

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