domingo, 27 de noviembre de 2011

Y después del 20N...

Después del 20N solamente me queda silencio,mucho silencio.Si uno presume de demócrata tiene que acatar aquello que la mayoría desea, aunque me queda la sensación de que una mayoría de 10 millones sobre 46 millones de habitantes, no es tan mayoría, pero es lo que nuestra injusta ley electoral nos depara. Nos depara un futuro incierto por lo invisible de las propuestas, por la dictadura de los especuladores, por la indiferencia de nuestros conciudadanos que ante la dura situación prefiere dejar el futuro en manos de quien sea y permanecer pasivos ante unas urnas que deciden nuestro día a día. Un día a día que cada vez más nos conduce por esa autopista hacia el infierno.

lunes, 14 de noviembre de 2011

¿Y el 20N que?

¿Y ahora qué? Se que no es una gran pregunta, pero es la pregunta que más recurrentemente me viene a la cabeza estos días.


Ante esta pregunta, vuelvo ocho años atrás en mi memoria, entonces en un triste mes de Marzo, un personaje tildado por muchos de soso trajo un rayo de luz a los españoles. En aquellos días tristes posteriores del 11M, el PP dilapido su “España va bien” y se vio sometido a un revolcón de democracia, en aquellos días de Marzo el pueblo español no quiso mentiras y decidió acabar con ellas. Iniciamos entonces un tiempo de cierta ilusión, un tiempo diferente después de ocho años de oscuro gobierno de Aznar, un tiempo en que los españoles queríamos que se nos dijese la verdad y se hizo…pero solo a medias.

José Luis Rodríguez Zapatero (ZP) podría pasar a la historia de la democracia seguramente como el mejor presidente de la democracia española. Pero el mundo que no deja de girar, le ha escupido en la cara y le ha traído una inestabilidad económica que le hará salir del gobierno, en el mes de Diciembre, por la puerta de atrás. El mundo es cruel y con ZP lo ha sido, y mucho, tumbado por una burbuja inmobiliaria creada por la derecha y que sin saber qué hacer con ella le explotó en las manos. En esta es una de las cosas en que los españoles fuimos traicionados, en una burbuja inmobiliaria que ha sido el mayor engaño del PP, un engendro que primero vendieron como éxito de gestión para luego decir de él que no era más que fruto de la inoperancia del PSOE. Y en esto último aunque me tenga que morder los labios al decirlo el PP tiene una parte de razón, ZP vivió de réditos aun consciente del error que cometía, y por ello se puede decir mato parte de nuestra ilusión.

El castigo va ha ser duro, según se prevé, la victoria del PP va ha ser aplastante. Tan aplastante que van a ejercer un rodillo que puede demoler logros sociales que han costado 25 años conseguir. Porque si bien el castigo a ZP/PSOE puede ser justificado, no encuentro justificación alguna a la reivindicación del PP de la necesidad de una mayoría absoluta para gobernar, es cierto que es necesario un cambio, pero a ellos también los echamos por mentirosos, el PP ya dilapido una mayoría absoluta para dejar una España que se hundió por la fragilidad de las bases que ellos pusieron. Si pretenden arreglar el país en serio, no sería mejor dentro de un marco de pluralidad y diálogo, dentro de un gobierno de unidad que pueda representar a la mayoría real de los españoles, y no ha esa mayoría de diez millones de votantes de la que tanto presume el PP. No es mejor sentarse y ver la visión de todos y no solo tener la mezquina convicción de ser los poseedores de la verdad absoluta. En ese discurso en el que excluyen el apoyo de todos, en el que excluyen un país común, es en ese discurso en el que se disuelve esa cara amable de un PP que solamente desea el poder por encima de cualquier cosa. Un deseo que muchos españoles van a respaldar tal vez sin leer la letra pequeña, sin pensar en qué tipo de democracia quieren, sin pensar el futuro que nos augura un partido que no muestra sus bazas, sin pensar que si España es rica en algo, lo es en pluralidad.

El arma arrojadiza del 20N no somos ni más ni menos que los ciudadanos, ciudadanos bandeados por una crisis económica que no saben de dónde sale, y que se ven abocados a elegir entre lo de siempre, en asomarse a las urnas ante la derrota de la ideas y el triunfo del pasotismo. Ante el 20N el ciudadano de nuestro país debería darles la espalda a estos políticos decepcionantes, a este sistema que se asfixia en un océano de lodo, por no saber dar sentido al mundo en que vivimos, por no escuchar la voz de sus conciudadanos más que a través de unas elecciones que no reflejan la totalidad de las ideas. La democracia entendida como un arma arrojadiza o como una propiedad es algo tan ofensivo, como lo es el futuro al que nos abocan estos paladines de la democracia. Como no me gustan las mayorías absolutas de ningún color votaré, votaré con conciencia y no regalaré mi voto a aquellos que nos quieren silenciar. Porque a día de hoy no vale con decir que los errores del gobierno de ZP legitiman al PP para amordazar a aquellos que no les daremos nuestro voto. Si bien no me gusta el sistema, el sistema es el que nos gobierna y creo que ante el 20N todos deberíamos ser un poco conscientes de lo importante que es introducir un poco de aire puro en el sistema para cambiarlo día a día.