martes, 1 de junio de 2010

Cronicas del Primavera Sound (Dia 3)

Y llego el tercer día, cansancio, sueño, agotamiento, llamadlo como queráis, pero esa sensación siempre esta ahí.



La cuestión era hacer bueno el día y por ello empezamos por los Endless Boogie, post rock de calidad firmado por estos neoyorkinos, con un frontman mezcla entra Lemmy de Motorhead y Marky Ramone. Con un primer tema instrumental de más de un cuarto de hora (tocaron cuarenta minutos) repleto de riffs de guitarra vertiginosos. El resto se movió en los mismos parámetros post rock instrumental de muchos decibelios. Me eran desconocidos por completo y aunque la primera impresión se hacía extraña el conjunto fue mucha calidad.
El cambio de registro fue brutal una vez finalizados Endless Boggie directos hacia Atlas Sound, que en si es el frontman de Deerhunter en solitario, que traía un disco avalado por la crítica como uno de los mejores del año. La propuesta obviamente austera (similar a la de Andrew Bird), me dejo bastante indiferente, algún detalle en las canciones, pero sin más, para este tipo de propuesta prefiero al ya mencionado A.B.
Ante el enorme peñazo de Atlas sound nos fuimos buscando aires mas renovadores que encontramos en manos de los Nana Grizol, propuesto multinstrumental de pop efervescente que a pesar de la poca gente que atrajeron no dejaron a nadie disconforme, tomaron el escenario (literalmente) para divertirse y divertir, y cuando el objetivo es tan sencillo la mayoría de las veces se consigue. Como ya he dicho pop divertido con bases bailables. La verdad un rayo de felicidad.
Las esperanzas de la noche después de algún descubrimiento se abrían a partir de aquellas horas, primero había que ver a The Bundles, algún compañero me dijo de que iban cuando los vieron saltar al escenario, pero a partir de las segunda canción las preguntas quedaron acalladas ante lo que sobre el escenario sucedía. No me queda otra afirmación mas, que buenos son The Bundles. A pesar de que a última hora se bajo del concierto el nexo de unión del grupo que es Kimya Dawson, el resto dejaron su impronta con canciones de Folk Lo-fi que hicieron brotar las sonrisa entre el público. Desgranaron su álbum debut, poniendo la guinda con una versión de los añorados Travelling Wilburys, un detallazo enorme para dejar buenas sensaciones.



Sin movernos de escenario después debían aparecer The Drums, el ultimo hype venido desde EEUU. Pop, post punk, lo-fi todo remezclado y batido hasta que pierde su propia identidad. Reconocibles entre su sonido brochazos gruesos de todo ello sin llegar a ser nada en concreto. Emparentados de lejos con los Arctic Monkeys (sin llegarles ni a la suela de los zapatos a los británicos) con exitazos salidos directamente de internet (todavía no tienen disco propio) como “Let’s go surfing” o “Best Friend”, hicieron vibrar al público (en su mayoría guiri) con los movimientos convulsos de su cantante y su guitarrista a lo Ian Curtis. La verdad me parecieron más que correctos en lo musical, un producto de usar y tirar de los muchos que han salido estos últimos años, pero que funcionan bastante bien en directo. La payasada del cantante imitando a Ian Curtis mejor correr un tupido velo porque si por copiar formulas hasta copiamos los movimientos de los cantantes míticos, esto puede ser lo último.



Lo más duro fue la decisión a tomar después de ver a The Drums, al final el premio fue para The Charlantans o mejor dicho el premio fue para mí por poder verlos. Uno de los pocos rescoldos que sobreviven del sonido Madchester, empezaron tal vez un poco blandos, con sensación de dejadez y una cierta frialdad, pero poco a poco canción a canción consiguieron elevar el tono del concierto y el tono mismo de los espectadores que a los veinte minutos habíamos olvidado por completo la frialdad del principio para dejarnos llevar por la hipnótica y un tanto psicodélica música de los de Manchester. Nada que reprochar la verdad, trajeron uno de sus mejores discos “Some friendly” y lo bordaron durante la hora en la que les estuve viendo. Algo viejos esos si, a Tim Burguess se le veía un tanto falto de ritmo sobre el escenario luciendo su ya clásico he infinito flequillo. Pero la verdad yo tampoco me muevo como hace unos años.



El otro gran momento para mi del festival lo viví al salir de The Charlatans para dirigirme a los Sunny Day Real State, una de las grandes bandas del sonido Seattle siempre a la sombra de los Alice in Chains, Pearl Jam o Nirvana que tocaban por primera vez en España después de un parón de casi quince años. Soberbio, magnifico, espectacular, excelso, fantástico…no sé si entendéis lo que me gustaría expresar, en su arrancada para enmarcar tocaron “Seven”, In Circles” y “Song about an angel” de su disco Diary y después, después me deje llevar porque era a lo que invitaba el momento. En el día en el que este cronista cumplía treinta y siete años regrese a mis años de camisa de franela, solamente fueron cuarenta y cinco minutos pero a todos el tiempo se nos hizo cortó. Sunny Day Real State son una gran banda, tienen un par de discos extraordinarios y de ellos tomaron el jugo que nos entregaron, absolutamente entregados al público durante la actuación, se lo pasaron tan bien allí arriba como nosotros abajo. Lástima que tampoco a ellos les permitieron alargar el concierto. De lo mejor y sobre todo de lo que no olvidare nunca.



Después de tanto y tan bueno nos quedaba tal vez un cierre que nos podía dejar indiferentes, pero bueno siempre hay que dar oportunidades a nuevas cosas. Por lo que dejamos unos cuarenta minutitos para los Pet Shop Boys, tal vez un poco fuera de lugar para algunos dentro del Primavera, pero en realidad imprescindibles en la música de los noventa. Por lo que pudimos ver tuvieron un arranque aplastante, un sonido apabullante y un montaje visual brillantísimo que podía parecer obra de Gilbert & George. Sin entregarse demasiado a sus hits y buscando mas en sus últimos discos en esos minutos que vimos, creo que nadie pudo salir decepcionado. Los fans tuvieron un gran espectáculo, los críticos vieron como estos dos grandes señores de la música no se encasillan nunca y tienen capacidad de sorprender al más pintado. Me parecieron magníficos y una elección acertada de los organizadores, tal vez dentro de unos años la gente le reconozca por su valor.



Ya con dosis de cansancio y satisfechos por los tres días pasados, nos pasamos a ver al mítico Lee “Scratch” Perry, padre según me han dicho del Dub (lo mío no es la música caribeña), productor de múltiples músicos jamaicanos entre ellos Bob Marley. A sus setenta y bastantes años la verdad estuvo fantástico, tal vez uno de los espectáculos más bailables y divertidos. Realmente un acierto acercarnos antes de acabar y despedirnos del Parc del Fórum hasta el año que viene.

Cronicas del Primavera Sound (Dia 2)



Al segundo día los mas entregados ya llegan con una cierta dosis de fatiga, pero tratándose del que seguramente fue el mejor día del Primavera Sound 2010 todos debimos sacar fuerzas de flaqueza para completar la jornada.
The New Pornographers habrían el día en el escenario grande y hacia allí fuimos, con la esperanza (frustrada luego) de que Neko Case hubiese acompañado en su salida al mega grupo fuera de los EEUU. A pesar de la frustración de no verla había buena expectación para ver cómo nos entregaban su último disco aun calentito. Tal vez la hora (18:15) no les acompaño demasiado, un tanto fríos en el arranque fueron calentando motores y dando una buena dosis de indie en adelante. Realmente finos y rodados demostraron porque son una de la marcas de referencia del indie actual. Aunque si hubiesen tocado un poco más tarde tal vez hubiesen brillado más.



Tuvimos que abandonar poco antes del final a los pornógrafos para acudir a una de las citas del festival, en si un reencuentro con la genial Scout Niblett. Si hace dos años en el Auditori nos dejo pasmados con sus letras oscuras desgarradas y sus guitarra hiriente, este año en un escenario más grande y tal vez menos dado a su espectáculo (guitarra y batería exclusivamente) dio otro paso adelante dejando impactados a todos aquellos que nos congregamos allí. Escondiendo su timidez tras sus potentísimas descargas eléctricas y vocales, dejándonos con la piel de gallina en los medios tiempos en que su voz nos acaricio como un guante de terciopelo. Intensa y salvaje por momentos nos regalo canciones como “Kiss”,”Let thine hearth be warmed” o “Nevada”. La verdad una confirmación que nos lleno de sensaciones.



The Ganglians estuvieron más que bien, estos californianos trajeron su turbio telón de pop, ensuciando la voz de cantante canalizándola a través de ese sonido indescriptible. Sin estribillos cantables ni canciones destacables una por encima de otra, trajeron su disco debut y nos enseñaron que no hace falta la luminosidad de los temas para que el conjunto sea realmente bueno. Me despertaban dudas en el previo al festival, pero una vez vistos puedo decir que son una gratificante nota de color en el lienzo general. Buenas canciones, mejores músicos.



Nos quedaba mucha noche y ya habíamos disfrutado lo suyo, pero lo mejor estaba por venir. Wire fueron el concierto del festival (para mi particular opinión), estos padres del post-punk, padres de uno de los mejores discos de todos los tiempos “Pink Flag” estuvieron soberbios, tal vez más que eso y todo pero no sabría definirlo mejor. Entregadísimos en todo momento, con unas ganas enormes de gustar y de dar lo mejor de sí mismos, bordaron una de concierto implacable en el que a pesar de la insistencia del personal del festival tocaron dos bises. Nos regalaron algunas de sus mejores canciones entre ellas “The 15Th” que nos hicieron saltar a todos. Tal vez desconocidos para algunos, auténticos referentes para muchos dieron un ejemplo de lo que es hacer un buen directo. Magníficos sin más.



Con la adrenalina alta corrimos un poco para alcanzar la actuación de Japandroids. Mucho he escuchado su disco debut “Post –Nothing”, tanto que el año pasado estuvo entre los diez mejores del año para mí. El dúo norteamericano no fallo, muchísimo más contundente que en su disco (si es que eso puede ser) tocaron durante cuarenta minutos a un ritmo endiablado, sumergidos en la oscuridad de un escenario apenas iluminado se movieron como sombras a través de su intensidad. “Young hearts sparks fire”, “Wet air”, “Heart sweats”, sonaron tremendísimas aunque solamente Japandroids sean batería y guitarra, incluso tan excesivos que las melodías se perdían entre tanta intensidad. Pero no puede haber quejas, brillantísimos en el cuerpo a cuerpo que supone el directo nos dieron una enorme calentona con sus buenas dosis de punk rock.



Y al final siempre hay un buen final, ya habíamos sudado lo nuestro en los conciertos anteriores como para estar con suficientes ganas a Pixies, en pocas ocasiones he visto tanta gente en el Primavera a la espera de un concierto. No olvidemos que Pixies son en parte padres de todo aquello que se escucha hoy en día en la escena indie, ningún músico obviaría una mención al “Doolittle” como su álbum de cabecera. Los Pixies no defraudaron (hay matices) tocaron durante hora y cuarto en la que les dio tiempo de sobra de destripar su repertorio de arriba abajo, la excusa del concierto era tocar “Doolittle” entero, pero entre las canciones de este disco sonaron otras como “Velouria”, Rock music”, “Cecilia Ann” , “Dig for fire”, “Head on”, ”U-Mass”, etc… En pocas palabras tocaron unos grandes éxitos enteros para deleitar a los muchos fans que allí nos encontramos. A parte de eso destacar la absoluta desidia de Frank Black, que por momentos daba la sensación de poder tocar de espaldas al público, poco entregado o mejor dicho nada entregado puso el piloto automático y se saco con sus compinches un conciertazo de la manga. Son una superbanda y a veces aun yendo a medias les dan mil vueltas a otros. Un fenomenal broche para la mejor jornada de festival sin duda alguna.