Empezamos con una suave pincelada de Sic Alps, correctos pero realmente sin más, un par de canciones y cambio de escenario. Tal vez merezcan un par de escucha.
El verdadero festival empezaba con los Surfer Blood, buen álbum debut y realmente bien en directo presentando “Astro Coast”, buen pop de guitarras afiladas con canciones que sonaron lucidas y rodadas, sorprendente para unos neófitos comparados con los Vampire Weekend y que al menos en este directo estuvieron mejor que los neoyorkinos en su debut en el Primavera. Momentos como “Harmonix” o “Neighbours riffs” empezaron a calentarnos y dejaron buen sabor de boca a los presentes.
Pasamos de allí hacia los Circulatory System que traían su segundo álbum de estudio después de ocho años fuera de escena .Desgranaron una actuación maravillosa, como músicos expertos curtidos en mil guerras con grupos como Olivia tremor control o Neutral milk hotel, entregaron con su calida timidez sobre el escenario una magnifica dosis de pop psicodélico con cello y violin . Sonaron como una máquina bien engrasada, delicado en extremo, nos sentimos acariciados por sus melodías con esencias de ese buen movimiento neo-folk que nos llega desde EEUU. Eran imprescindibles dentro de mi Primavera y después de verlos me demostraron el porqué.
Respecto a The XX, que fueron lo siguiente, tengo que reconocer que mi bocadillo de jamón dulce me pareció más interesante. Aun no he conseguido descifrar de que van, pero aparte de su copia de clichés y de su aburrimiento congénito, me parecen intrascendentes del todo. La ausencia de alternativas en otros escenarios me obligó a aguantar un rato de estos tristísimos y pesados músicos. Como ya he dicho mi bocadillo de jamón york lo mejor.
Espantado por lo visto en XX me pase un ratito a ver a lo UI, una agradable sorpresa la verdad, sus temas instrumentales con bajos y guitarras densos que creaban unas atmosferas llenas de intensidad, una barrera de post-rock que no me recordó a lo escuchado en sus discos y que en el cambio de registro respecto a los XX me hizo pensar que tengo poco escuchado a los UI y se merecen algo más.
De allí más animado y con mejores sensaciones directo hacia Crocodiles, realmente expectante ante una de las actuaciones más deseadas del Primavera 2010. Su disco debut del año pasado “Summer of hate” es una colección de hitazos (Permitidme utilizar algunos palabros) que se suceden uno tras otro. En directo excepcionales, entregados, dándolo todo fueron entregando canciones como “Refuse angels” o “ Soft skin” que sonaron vibrantes con guitarras aceleradas y batería machacona, buen pop guitarrero que alcanzo su clímax con el mega hit del disco “I wanna kill” en la que entregaron una versión súper acelerada que nos hizo saltar. Este es de aquellos conciertos de los que sales feliz al ver que se cumplen las expectativas, realmente bien Crocodiles, de lo mejor del fin de semana.
The big pink otra pequeña pincelada, un par de canciones antes de ver a Pavement. Sonaron mucho más contundentes que en su debut en el que predominan los sintetizadores, dando mucha más importancia a bajo y guitarra crearon una densa maraña musical de volumen alto, un muro de sonido que vale la pena destacar. Mucho mejor en directo que enlatados, otro grupo para la agenda.
Para cerrar la noche (sé que había mucho por ver pero solamente vivimos una vez) había que ver a los Pavement. Iconos del indie americano de los noventa, reunidos recientemente y con un recopilatorio realmente destacable en la calle, eran una de aquellas actuaciones imprescindibles aunque como es mi caso no soy un fan de ellos. La verdad tampoco hace falta ser fan de Pavement para disfrutar de sus conciertos, esperaba algo menos intenso y en cambio trajeron una actuación divertida y vibrante, llena de vitalidad y buenas canciones. Y sobre los de Stephen Malkmus estuvieron entregados en todo momento, divirtiéndose y divirtiendo, dejando que todo pudiésemos pasárnoslo bien, accesibles a aquellos oídos menos cercanos a su sonido y desgranando uno de los mejores repertorios de indie que se puede encontrar. Buenos, buenos, buenos, buenos. Merece la pena verlos y escucharlos. Nos quedaba la espina de hace dos años cuando Malkmus en solitario llego en solitario al Primavera y nos dejo mas fríos que a una familia de pingüinos. Nos sacamos la espina y de qué manera, la mejor e incluso la mejor para poder retirarse el primer día con buenas sensaciones…
